Nuevos habitantes van sumándose a nuestro bosque. El siguiente nombre es Iseo & Dodosound, una de las propuestas más interesantes de la escena musical actual, quienes aterrizarán el sábado 3 de julio, a las 20 horas, en este escenario natural acompañados de la banda zaragozana Irregular Roots.
El proyecto musical de Iseo & Dodosound nació como lugar de encuentro de la compositora y músico Iseo (Leire Villanueva) con el dj y productor Dodo (Alberto García). La unión de estos dos artistas pamploneses ha supuesto una nueva etapa para el dub nacional, gracias a la combinación de la voz aterciopelada y repleta de carácter de Iseo y con las bases enérgicas de Dodo. El resultado es una propuesta brillante con un sonido propio que fusiona ritmos jamaicanos, el reggae y el dub con motivos del trip hop, la electrónica, el hip hop e incluso músicas de raíz étnica.
Después de un largo parón, Iseo & Dodosound cierran las puertas del estudio para volver a los escenarios y lo harán en un selecto circuito, en el que se encuentra El Bosque Sonoro. En este “Inédito Tour” han decidido compartir con su público, de forma exclusiva y antes de que vean la luz, varias de las canciones que formarán su tercer álbum. Además, lo harán acompañados de sus inseparables The Mousehunters, banda de vientos al completo, lo que supone una fuerte apuesta en estos tiempos.
A los navarros no les faltarán unos excelentes anfitriones para esta jornada: los aragoneses Irregular Roots, quienes acaban de recoger el premio Lion a mejor banda nacional de reggae Tras dos décadas de su primera formación We&Dem y un ambicioso trabajo discográfico recién estrenado, su LP Showcase, los aragoneses llegarán a El Bosque Sonoro con un formato especial en acústico con toques nyahbinghi, es decir, la parte más tribal y espiritual de los ritmos jamaicanos.
Las entradas ya están a la venta junto a los “nidos”, un concepto inédito y pionero en la nueva escena covid para disfrutar de la cultura de pie y con tu grupo burbuja, de manera segura y cumpliendo con la normativa. Se trata de espacios de hasta seis personas, delimitados con catenarias hechas con soga y estacas, y una barra donde se entregará la comida y bebida previamente pedida a través de una app y restringir así los movimientos dentro del recinto.